miércoles, 17 de marzo de 2010

Sancho Panza

Sancho Panza, descripción del personaje Hablar del Quijote no tiene un sentido total si no hablamos de Sancho Panza. La obra literaria española universal se conoce, claro está, por su personaje central, Don Quijote, pero Don Quijote no es un personaje completo si no va acompañado del entrañable Sancho Panza.

Los dos personajes se complementan: el uno no puede existir sin el otro. Sancho Panza es la mitad perfecta de Don Quijote. Sancho Panza va a tener una importancia crucial en la novela y ya empezamos a conocerlo desde el primer capítulo.


Sancho Panza es un campesino, vecino de Alonso Quijano (Don Quijote). Rudo, elemental, de baja estatura, imprudente, vulgar, comilón, dormilón pero fiel a su señor. Ésta es la imagen que se tiene de Sancho Panza, pero veremos que realmente su psicología es más profunda aunque terminará contagiándose del habla y la mentalidad de su amo.


Las diferencias fundamentales entre estos dos personajes es que Don Quijote representa al idealista; él busca el bien y la justicia con todas sus fuerzas y sin detenerse ante nada. Quiere vivir la vida como una obra de arte. Se propone enfrentarse con todo aquello que pueda hacer perfecto y famoso a un caballero andante. Don Quijote actúa como sus héroes favoritos, lo que le lleva a sufrir innumerables fracasos, pero no se desanima por ello. Por otra parte, Sancho Panza representa al personaje realista.

Es un campesino que se preocupa por el lado práctico de las cosas. Su personalidad es muy rica: es astuto, bromista y egoísta, y por otro lado confiado, bondadoso y leal.


El aquijotamiento de Sancho

Sancho Panza no es un personaje vulgar y rudo como se puede creer. Sí es cierto que, al principio de la novela, lo vemos como una persona de pueblo sin más, pero a lo largo de la historia Sancho se va amoldando a su señor y se va pareciendo más a él: la evolución de Sancho es evidente en la novela. Termina comportándose y hablando como Don Quijote. El personaje cambia de varias maneras, y al mismo tiempo hay aspectos de Sancho que se quedan y son parte de él desde el principio hasta el final de la novela.

Sancho crece en algunos aspectos, pero siempre tendrá las características de un hombre del pueblo, simple y rústico; eso nunca cambiará. Y para mostrar esta evolución veremos a continuación pruebas y ejemplos.

Cuando Don Quijote le pide que le acompañe, le promete ser gobernador de alguna ínsula y correr muchas aventuras. Sancho acepta la proposición, pero sus ideales son diferentes a los de Don Quijote: él busca la fama y el dinero. Así que vemos que Sancho, aunque es un labrador, empieza a creer que puede hacer cosas que no son posibles.
Sancho está cambiando hacia un tipo de hombre más fino, algo que también se ve en su lenguaje, pues siempre está llamando a Don Quijote "Vuestra Merced" y parece que de alguna manera Sancho, aunque es todavía vulgar, está adoptando características más suaves y nobles.
En cuanto a las imaginaciones de Don Quijote y de Sancho Panza, las dos no pueden ser más diferentes.

La de Don Quijote sólo puede pensar en caballerías; todo lo que ve es similar a lo que ha leído y si no tiene esta forma entonces él crea una imagen que se adapte a las leyes de su mundo de caballerías.




Sancho, gobernador de una ínsula

El motivo de que Sancho Panza accediera a acompañar a Don Quijote fue la promesa de este último de darle el puesto de gobernador de una ínsula (algo que al campesino le debió parecer muy bueno, pues desconocía el significado de 'ínsula'). Sancho se muestra interesado y acepta ir con el caballero a cambio de ese poder.


En la primera parte de la novela Sancho Panza se da cuenta, es consciente de las locuras de su señor e intenta convencerlo para que no haga ciertas cosas, pero la evolución de Sancho es evidente en la segunda parte, pues ya ve la realidad de una manera similar a la de su señor. El ejemplo más evidente es el capítulo de la ínsula.


Los personajes de un Duque y una Duquesa engañan a Sancho y le mandan a la ínsula Barataria para que todos se puedan reír de él. Ser gobernador es un sueño que Sancho siempre ha tenido, pero cuando los Duques ofrecen el trabajo a Sancho, él está muy indeciso. A la larga, Sancho acepta el trabajo solamente "por el deseo que tengo de probar a qué sabe el ser gobernador".